jueves, 23 de agosto de 2018

Los Premios Darwin


No siempre es bueno que te nominen para un premio. A veces, de hecho, significa que estás muerto.

Los premios Darwin son un premio de broma que dan a personas que han muerto de una forma tonta, o bien que continúen con vida pero que hayan perdido la capacidad de dejar descendencia.


El nombre de los “premios” viene del autor de la teoría de la evolución por selección natural, Charles Darwin, quien estableció que en la naturaleza sobrevive el que está mejor adaptado al entorno.

No es que sobreviva el más fuerte, pero en este caso, no sobrevive el más “idiota”. Esa es la palabra.

Los premios Darwin se crearon en 1985, y con la generalización del uso de internet, han ido teniendo más fama año a año. Y de hecho, se otorgan varios cada año.

Si bien en algunos casos puede deberse a un descuido (uno de los ganadores de 1987 fue un paracaidista al que se le olvidó ponerse el paracaídas para saltar), en general lo van buscando, como por ejemplo, uno de los ganadores de 2001, quien se puso a hacer malabarismos con granadas de mano.

Se pueden encontrar fácilmente en Internet una gran cantidad de muertes absurdas, merecedoras sin duda de un premio Darwin (o, al menos, que deberían ser candidatos). Así que prefiero hacer una reflexión sobre el uso del móvil y las redes sociales.

Mucha gente ha muerto por culpa del teléfono móvil. Uno de los accidentes más frecuentes es caer por un acantilado al retroceder para buscar la mejor toma para un selfie. O bien, por hacerse una foto en un lugar poco apropiado: hace unos años, dos chicas en México se estaban haciendo una foto en la pista de aterrizaje de un aeródromo, cuando aterrizó una avioneta y las decapitó. 

O, por poner otro ejemplo reciente y llamativo, en julio de 2018, un multimillonario chino trepó un muro para hacer unas fotos, pero debido al impulso, cayó por el otro lado, desde una altura de 15 metros.

También en 2018, un taxista en la India se quiso hacer un selfie con un oso, pero al animal no le gusta salir en las fotos y no se lo tomó muy bien.

También se hizo famoso el caso del “youtuber” que buscaba seguidores haciendo que su novia le disparara en el pecho. Según él, el libro que tenía bajo la camisa detendría la bala. Pues hala: él al hoyo, y ella, a la cárcel.

O los retos virales de internet, para que la gente se grabe haciéndolos y subirlos a sus redes sociales. Algunos son inofensivos (tontos, pero inofensivos), pero otros ya son más peligrosos. Basta con añadir la palabra “challenge” (desafío) para que la gente se vuelva estúpida y haga locuras. Así, tenemos el “fire challenge” (rociarse con alcohol y prenderse fuego); el “tide pod challenge” (ponerse en la boca pastillas de detergente); el “hot water challenge” (hervir agua y echársela por encima); el “flaming cactus challenge” (comer un cactus en llamas);…

Hay más, pero esto es sólo una muestra del peligro de internet, donde cualquier tontería consigue millones de seguidores. Ya hay hasta chistes:


Aunque ese reto ya está de moda en España desde hace años. Es, claro está, el fenómeno del balconing. Los turistas que beben demasiado (la mayoría ingleses) piensan que tirarse a la piscina desde un quinto piso, mientras los amigos lo graban, es divertido. Algunos caen fuera del agua, y no lo cuentan. Así que tras muchos años de luchar contra esta práctica, algunos ya se han resignado. Por ello, colocaron carteles en Barcelona incitando a su práctica, con frases como “el balconing es divertido”, “el balconing mejora la calidad de vida de los vecinos”, o “el balconing reduce el riesgo de sufrir un ataque al corazón”


Aunque no siempre el ganador del Premio Darwin termina falleciendo. En 2005, un joven de Gales apostó a que si su selección ganaba a la de Inglaterra en un partido de rugby, se cortaría los testículos. Cumplió la apuesta, y, aunque hijos ya no puede tener, le queda el orgullo de tener un Premio Darwin, y haber vivido para contarlo.

Y voy a terminar esta entrada con algo de polémica, para reflexionar. En una ocasión le preguntaron al cómico estadounidense George Carlin (1937-2008) acerca de la posibilidad de legalizar la marihuana en Estados Unidos. Y contestó con una frase muy acorde con este tema: “simplemente legalizad todo, y dejad que Darwin haga el resto”. ¿Tú qué opinas de esto?

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